Declaración Jurada: ¡Soy rica!

Karen Coronel
3 min readMar 28, 2021

Soy rica. Muy pocos lo pueden decir en público, aunque les guste ostentar. Otros corren riesgo de que les caiga Hacienda. Pero yo soy rica, y lo digo sin tapujos ni miedos.

No dije que fuera millonaria, que es otra cosa. Además mi riqueza no se mide en números, se mide en posesiones personales, esas que no se convierten en dinero, pero que son grandes activos en mi mente y mi espíritu.

Mi riqueza consiste en otro conjunto de “cosas”, que no tienen precio, que no tienen valor monetario, pero sin embargo, valen demasiado. Los millonarios, muchas veces envueltos en una vida frugal, de poco silencio y demasiado ruido, corriendo tras los billetes para mantener su estatus, darían cualquier cosa por este tipo de riqueza.

Soy rica porque solo hoy, disfrutaba plácidamente y a ojos cerrados, de la brisa fresca antes de la lluvia, sentada en un sillón meciéndome a mi ritmo, en silencio — en verdadero silencio mental — sintiendo cada centímetro de mi cuerpo en contacto con el viento, disfrutando de cada segundo de ese encuentro maravilloso de las energías del universo, hechos agua, viento y piel.

Soy rica porque mirando a mi alrededor, vivo rodeada de árboles, de plantas florecidas, de naturaleza viva: con tan solo abrir mi ventana comparto la presencia de pajaritos que me arrullan con su trinar, sapos que me invitan a saltar, perros vigilantes y contentos, plantas que me enseñan a cuidarme todos los días y me recuerdan cuánto necesito de ellas, del sol y del agua, de la sombra y el viento. Puedo admirar la vida desarrollarse con solo prestar atención a la vegetación y me doy cuenta que todo encuentra su camino, todo tiene un propósito.

Soy rica porque tengo sombra donde esconderme del implacable sol que quema los veranos de mi país, y lo tengo gracias a frondosos árboles de mango que sirven de alimento y de refugio. Los mismos árboles que dan cabida bajo sus hojas a los asados familiares de los domingos, donde se junta mi familia extendida a celebrar la unión, porque excusas sobran para juntarse. Esa misma sombra alberga las más temidas o entusiastas conversaciones de la familia sobre los proyectos de cada uno, los viajes, las aventuras, los pesares, los chismes y los chistes de cada integrante.

Soy rica, extremadamente rica, porque mi familia es unida —
¡a veces demasiado! -, porque mis padres están conmigo y son sanos y ágiles; y porque mis hermanos, con su vida agitada y llena de compromisos, se hacen espacio para estar, para compartir y disfrutar.

Mi riqueza proviene de mi salud, que hoy la disfruto a plenitud: soy sana y no hay nada que me ataje de cualquier proyecto que quiera emprender más que mi propia mente y voluntad. Y que no se entienda como desafiante ante los designios de Dios, sino muy al contrario, es él quien me inspira a los planes más impensables y me guía hacia su realización. ¡Soy rica porque tengo inspiración! Tengo ideas, tengo ganas, tengo espíritu.

Cuido de usar la palabra “tengo” porque muchas de las posesiones físicas nos hacen creer que son de nuestra entera propiedad, aunque en la más profunda verdad, solo tenemos ideas, solo tenemos pensamientos, solo tenemos voluntad. Todo lo demás, lo de afuera, lo tenemos prestado, desde nuestro cuerpo en adelante.

No somos dueños realmente de lo que poseemos físicamente, en materia. Solo somos dueños de nuestros pensamientos que generan tales posesiones. Por eso es que tanto nos cuesta acumular cosas, y tanto nos duele dejarlas ir, porque no las hemos creado desde lo que verdaderamente es nuestro: nuestro pensamiento.

Todos somos capaces de generar riqueza (y también de ser millonarios, si se desea). Pero para ello debemos dominar nuestro único y más valioso activo: nuestra mente. Es la empresa más próspera pero la más difícil de gestionar, es ridículamente traviesa y se jacta de convencernos de lo negativo, cuando en realidad, deberíamos estar convenciéndole de lo rico que somos.

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Karen Coronel

Aprendiz de escritora, buscando de aportar al mundo una perspectiva, un poco de luz sobre los temas de consciencia, empresas y personas.